La Quinta “Jacobe” o “Santa Cecilia” es una antigua casa construida a fines del siglo XIX bajo la concepción del estilo neo-románico. Fue residencia del matrimonio constituido por Martín Jacobé (Beato) y Elvira Elizalde de Jacobé.
Todas las obras restauradas por Julio Figueredo pueden ser visitadas en el museo Santa Cecilia.
Ituzaingo 1053, San Fernando
Tel. 011- 4580-5686
Martes a viernes de 9 a 18 hs.
Sábados y domingos de 15 a 18 hs.
MUSEO SANTA CECILIA
Hubo que volver a pintar la vírgen (Nuestra Señora de Todas las Gracias) con el procedimiento adecuado (suma de siete colores para generar un claro específico) además de reconstruir dedos, partes del rostro y del niño Jesús.
Las coronas se encontraban dañadas e incompletas y el rosario completamente deteriorado.
VIRGEN MARÍA
Las figuras ubicadas en la capilla de la quinta Santa Cecilia se encontraban por completo dañadas debido al vandalismo.
Eran arrojadas contra las paredes y contra las otras obras de la capilla logrando generar daños casi irreparables.
El Cristo Rey sufrió golpes que dañaron su estructura y rigidez. Era imposible que la imagen se mantenga en pie. Había partes faltantes como el brazo y los dedos. Sus dedos tienen un significado que hubo que recuperar al igual que la cruz en su mano derecha. En cada figura religiosa hay un por qué de la posición de las manos del Cristo.
RESTAURACIONES
CRISTO REY
La talla en madera, traida de Francia por Jacobé, se encontraba partida en varios trozos. El torso rajado de par en par, con la pintura resquebrajada y la cruz corroida por la humedad. Faltaban partes importanes de las manos, pies, rostro y extremidades. Los accesorios en plata estaban opacos y partidos.
Esas piezas de plata se conservaron por el mismo deterioro. Su aspecto opaco y deslucido evitó hurtos y más vandalismo.
Los razgos delicados y los detalles de la escultura (extremo detalle en venas, musculatura, facciones del rostro, manos, pies, manto y corona) hicieron de ésta restauración un trabajo de procesos lentos y laboriosos.
CRISTO CRUCIFICADO
La información que existe hoy día acerca de la vida de Martín Jacobé y Elvira de Elizalde, su vínculo con la Iglesia y la importancia de la quinta y su capilla como patrimonio cultural, necesitó de la investigación que Julio Figueredo realizó durante años.
Su conocimiento y estudio acerca de las razones, fundamentos y objetivos de Jacobé al construir la capilla y la quinta, fueron pieza fundamental para reconstrucción realizada durante los últimos años.
CRUCIFIJO
Imagen perteneciente a la Iglesia Santo Tomás Moro de Vicente López.
VIRGEN Y EL NIÑO
Escultura perteneciente a un Colegio de San Fernando. Los jovenes estudiantes solían colgarse de ella y golpearla de manera inconsciente o como parte de un juego.
Sufrió muchos golpes y caídas por lo que se encontraba muy deteriorada.
VITRAL
El vitral dañado casi en su totalidad, representa el día en que Monseñor, Obispo, Eugenio Maria Giuseppe Giovanni Pacelli (que luego fue el Papa Pio XII), junto a Martín Jacobé (actualmente Beato), se congregaron en misa en la capilla de la Quinta Santa Cecilia.
Martin Jacobé pidió que viniera a la Argentina, y a su residencia, para dar misa. La importancia de Jacobé y del espacio brindado a la religión católica, permitieron que el futuro Papa viniese sin inconvenientes.